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Frida Kahlo: su vida y sus cuadros
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¿Sabes quién fue Frida Kahlo? y ¿por qué es una de las artistas latinoamericanas más reconocidas?

Frida Kahlo fue una pintora mexicana que con su arte hizo frente a las enormes dificultades de su vida, convirtiéndose en un icono de la lucha frente a la adversidad, como en la defensa de los valores sociales y de las mujeres, todo ello enmarcado en su amor por México y su cultura.

En este video te vamos a contar los aspectos más relevantes de su vida, utilizando para ello algunos de sus cuadros más famosos, ya que su obra pictórica en su mayor parte es autobiográfica.

Frida Kahlo nace en 1907 en Coyoacán, a las afueras de la ciudad de México donde vivirá su infancia y adolescencia, en la llamada casa azul, hoy en día el museo Frida Kahlo. También en esta ciudad falleció a los 47 años.

Su padre Guillermo Kahlo era un fotógrafo de origen alemán y su madre de la región de Oaxaca, Matilde Calderón de raíces españolas e indígenas. Fue la cuarta de 5 hermanos. En el cuadro “Mi familia” pinta un árbol genealógico de su familia en el que plasma toda la variedad y riqueza de sus orígenes donde también pinta un feto, como el hijo que nunca pudo tener.

A los 15 años ingreso en la Escuela Nacional Preparatoria, prestigiosa institución educativa de México donde mostro su gran interés por las ciencias y las ideas progresistas que a lo largo de los años provocaron una devoción por el arte, el comunismo y las causas indígenas y populares de México.

En el cuadro “El marxismo dará salud a los enfermos” hace un reconocimiento a Karl Marx.

Su vida quedaría condicionada por dos sucesos:

A los 6 años es diagnosticada con polio y con 18 años sufrió un grave accidente cuando el autobús en el que viajaba fue arrollado por un tranvía. Su cuerpo quedó destrozado. Durante toda su vida padeció más de 30 operaciones, corsés de distintos tipos y mecanismos de estiramiento que le provocaban terribles dolores. Finalmente le tuvieron que amputar una pierna por debajo de la rodilla debido a una infección de gangrena, y es cuando diría, “para que quiero pierna, si tengo alas para volar”.

Su madre le instalo un caballete especial y un espejo en el techo de su cama lo que le permitió verse a sí misma y reflejarse en su pintura dando inicio a una serie de autorretratos.

En el cuadro,” La columna rota”, Frida se representa abierta por el torso, dejando traslucir una columna jónica (símbolo de la feminidad), a modo de columna vertebral, pero quebrada por varias partes. Un sistema de amarres la atan a la columna, cual mártir cristiana, mientras soporta la punción que sobre ella ejercen los clavos que atacan todo su cuerpo y su rostro. Aunque llora, su expresión permanece impasible.

El segundo hecho que marcó su vida fue el enamoramiento del pintor y muralista Diego Rivera, persona de enorme prestigio en México, con quien se casó y divorció, a causa de las continuas infidelidades, incluso con su hermana Cristina, que fueron causa de un enorme dolor y disputas.
En el “Autorretrato como tehuana”, Frida aparece vestida con el traje tradicional de la región de Oaxaca, donde evoca el amor y la adoración hacia Diego Rivera, cuyo dibujo coloca sobre sus cejas, transmitiendo la idea de que no deja de pensar en él, incluso después del divorcio.

El estilo pictórico de Frida Kahlo no cabe encuadrarlo en una corriente concreta, aunque puede clasificarse como una pintura ecléctica, pues ella misma consideraba que no pintaba sueños sino su propia vida, pueden verse influencias del surrealismo, del expresionismo e influencias de arte popular mexicano, si bien ella nunca se adscribió a ninguna corriente pictórica.

En uno de sus cuadros más famosos “Hospital Henry Ford”, representa el aborto traumático que sufrió en un hospital de Estados Unidos.
Como muchos otros artistas, sus trabajos fueron valorados años después de su muerte. En el año 2021 el cuadro “Diego y yo”, en el que una vez más declara su pasión por Diego Rivera, se vendió en 39,4 millones de dólares, marcando un record histórico para una obra de arte latinoamericana.

Además de ser una de las artistas latinoamericanas más influyentes, Frida Kahlo consiguió superar los dramas de su vida a través del arte. Tal y como representa en el cuadro “Las dos Fridas” mantuvo sus dos herencias culturales; a la izquierda, la Frida europea, a la derecha, la Frida indígena; las dos con el corazón abierto, como muestra de las tragedias de su vida, entre ellas su amor por Diego Rivera, que aparece en un pequeño retrato, en la mano izquierda de la Frida indígena, conectado a una de las arterias del corazón.

Pero quizá el rasgo más definitorio de su carácter fue la alegría de vivir. En su último cuadro “Viva la vida”, realizado pocos días antes de morir, dibuja un bodegón lleno de alegría y optimismo con unas sandías rojas y verdes que recuerdan los colores nacionales de su amado México.

Documentado por Olegario Llamazares García Lomas.