History of Spain
BLAS DE LEZO
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¿Has oído hablar alguna vez de Blas de Lezo? Y de su gran victoria en la batalla de Cartagena de Indias contra la flota inglesa, que fue decisiva para mantener el poder de España en América del Sur hasta el siglo XIX.
En este video te vamos a contar quién fue Blas de Lezo, las victorias navales en las que participó y sobre todo cómo consiguió derrotar a los ingleses en la batalla de Cartagena de Indias.
Blas de Lezo y Olavarrieta fue un marino español nacido en el pueblo vasco de Pasajes en 1689. Desarrolló su carrera militar durante el reinado de Felipe V, llegando a ser nombrado teniente general de la armada española.
Ingresó muy joven en la marina, participando en numerosas batallas en el Mediterráneo y en el Atlántico en las que fue herido en varias ocasiones: una bala de cañón le arrancó la pierna izquierda; en otra acción perdió el ojo izquierdo y un balazo de mosquete en el brazo le dejó manco para toda la vida. Con apenas veintiséis años Blas de Lezo era cojo, tuerto y manco, por eso hoy en día se le da el apodo del “medio hombre”, pero también había empezado a forjar su leyenda como uno de los mejores estrategas de la armada española.
Pero lo que le ha hecho pasar a la historia fue su victoria en la batalla de Cartagena de Indias, en Colombia, contra los ingleses.
En el siglo XVIII Cartagena de Indias era conocida como la “llave de las Indias”, pues aparte de su relevancia como puerto comercial y por su situación estratégica era la entrada para acceder a América del Sur, en concreto al virreinato español de la Nueva Granada que incluía los actuales territorios de Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá.
Inglaterra, la otra potencia naval de la época, ambicionaba romper la supremacía comercial de España en el mar Caribe y para ello era decisivo conquistar Cartagena de Indias y fundar un establecimiento permanente allí.
A tal fin, en marzo de 1741, la flota británica se dirigió contra Cartagena, con fuerzas muy superiores a las defensas españolas. Los británicos contaban con 180 barcos, en los que se emplazaban 2.000 cañones y casi 30.000 combatientes, entre marinos y soldados de tierra, así como 4.000 esclavos negros macheteros de Jamaica. Por contra, las defensas españolas de Cartagena contaban sólo con seis barcos de guerra, 3.000 combatientes incluyendo 600 indios flecheros traídos del interior. La desproporción entre ambos ejércitos era enorme.
En la batalla hubo tres grandes protagonistas:
El almirante inglés Edward Vernon, que dirigía el ejército británico, venía de conquistar el puerto panameño de Portobelo, en el que apenas tuvo resistencia por parte de los españoles. Quizá por ello confió demasiado en su superioridad y no supo plantear bien la estrategia militar para tomar Cartagena. La derrota supuso el descrédito en su carrera militar; fue relevado de su cargo y años después expulsado de la Marina británica.
Blas de Lezo, que por entonces ya era teniente general de la armada española, había llegado a Cartagena cuatro años antes con la orden de defender la plaza. Se había encontrado con unas tropas diezmadas por las enfermedades, unas defensas (fuertes, murallas, castillos) en muy mal estado, que tuvo que reconstruir, así como unos avituallamientos y pertrechos muy escasos.
El tercer protagonista fue Sebastián de Eslava, un veterano militar y político que ocupaba el grado de mariscal de campo. Eslava llegó a Cartagena un año antes de la batalla, como virrey de Nueva Granada. Aunque tuvo discrepancias con Blas de Lezo sobre la estrategia, ambos contribuyeron a la defensa de Cartagena. El rey Felipe V le otorgó a Sebastián Eslava el título de Marqués de la Real Defensa.
A pesar de la desventaja, España logró una victoria por cinco razones clave. Primero, bloquearon el puerto de Cartagena hundiendo barcos en los accesos. Luego, concentraron fuerzas en el Castillo de San Felipe, obligando a los ingleses a atacar por tierra. Lezo ordenó cavar un foso alrededor del castillo, lo que dificultó la escalada de los británicos. La selva y enfermedades como la malaria diezmaron al ejército inglés, que no estaba preparado para el clima. Finalmente, el coraje de los defensores españoles, liderados por Lezo y Eslava, resultó determinante.
La batalla de Cartagena de Indias (marzo a mayo de 1741) tuvo un saldo de 2.000 bajas españolas y 16.000 inglesas. La victoria consolidó el control español en la región y frenó los planes británicos. Blas de Lezo murió poco después de sus heridas, pero su legado como héroe español persiste. Varios buques llevan su nombre, y un monumento en Madrid honra su memoria.
Blas de Lezo es hoy un símbolo de valentía y resistencia en la historia militar de España. Sus restos descansan en Cartagena de Indias.
Puedes ver más videos sobre Historia en: www.historyofspain.es
En este video te vamos a contar quién fue Blas de Lezo, las victorias navales en las que participó y sobre todo cómo consiguió derrotar a los ingleses en la batalla de Cartagena de Indias.
Blas de Lezo y Olavarrieta fue un marino español nacido en el pueblo vasco de Pasajes en 1689. Desarrolló su carrera militar durante el reinado de Felipe V, llegando a ser nombrado teniente general de la armada española.
Ingresó muy joven en la marina, participando en numerosas batallas en el Mediterráneo y en el Atlántico en las que fue herido en varias ocasiones: una bala de cañón le arrancó la pierna izquierda; en otra acción perdió el ojo izquierdo y un balazo de mosquete en el brazo le dejó manco para toda la vida. Con apenas veintiséis años Blas de Lezo era cojo, tuerto y manco, por eso hoy en día se le da el apodo del “medio hombre”, pero también había empezado a forjar su leyenda como uno de los mejores estrategas de la armada española.
Pero lo que le ha hecho pasar a la historia fue su victoria en la batalla de Cartagena de Indias, en Colombia, contra los ingleses.
En el siglo XVIII Cartagena de Indias era conocida como la “llave de las Indias”, pues aparte de su relevancia como puerto comercial y por su situación estratégica era la entrada para acceder a América del Sur, en concreto al virreinato español de la Nueva Granada que incluía los actuales territorios de Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá.
Inglaterra, la otra potencia naval de la época, ambicionaba romper la supremacía comercial de España en el mar Caribe y para ello era decisivo conquistar Cartagena de Indias y fundar un establecimiento permanente allí.
A tal fin, en marzo de 1741, la flota británica se dirigió contra Cartagena, con fuerzas muy superiores a las defensas españolas. Los británicos contaban con 180 barcos, en los que se emplazaban 2.000 cañones y casi 30.000 combatientes, entre marinos y soldados de tierra, así como 4.000 esclavos negros macheteros de Jamaica. Por contra, las defensas españolas de Cartagena contaban sólo con seis barcos de guerra, 3.000 combatientes incluyendo 600 indios flecheros traídos del interior. La desproporción entre ambos ejércitos era enorme.
En la batalla hubo tres grandes protagonistas:
El almirante inglés Edward Vernon, que dirigía el ejército británico, venía de conquistar el puerto panameño de Portobelo, en el que apenas tuvo resistencia por parte de los españoles. Quizá por ello confió demasiado en su superioridad y no supo plantear bien la estrategia militar para tomar Cartagena. La derrota supuso el descrédito en su carrera militar; fue relevado de su cargo y años después expulsado de la Marina británica.
Blas de Lezo, que por entonces ya era teniente general de la armada española, había llegado a Cartagena cuatro años antes con la orden de defender la plaza. Se había encontrado con unas tropas diezmadas por las enfermedades, unas defensas (fuertes, murallas, castillos) en muy mal estado, que tuvo que reconstruir, así como unos avituallamientos y pertrechos muy escasos.
El tercer protagonista fue Sebastián de Eslava, un veterano militar y político que ocupaba el grado de mariscal de campo. Eslava llegó a Cartagena un año antes de la batalla, como virrey de Nueva Granada. Aunque tuvo discrepancias con Blas de Lezo sobre la estrategia, ambos contribuyeron a la defensa de Cartagena. El rey Felipe V le otorgó a Sebastián Eslava el título de Marqués de la Real Defensa.
A pesar de la desventaja, España logró una victoria por cinco razones clave. Primero, bloquearon el puerto de Cartagena hundiendo barcos en los accesos. Luego, concentraron fuerzas en el Castillo de San Felipe, obligando a los ingleses a atacar por tierra. Lezo ordenó cavar un foso alrededor del castillo, lo que dificultó la escalada de los británicos. La selva y enfermedades como la malaria diezmaron al ejército inglés, que no estaba preparado para el clima. Finalmente, el coraje de los defensores españoles, liderados por Lezo y Eslava, resultó determinante.
La batalla de Cartagena de Indias (marzo a mayo de 1741) tuvo un saldo de 2.000 bajas españolas y 16.000 inglesas. La victoria consolidó el control español en la región y frenó los planes británicos. Blas de Lezo murió poco después de sus heridas, pero su legado como héroe español persiste. Varios buques llevan su nombre, y un monumento en Madrid honra su memoria.
Blas de Lezo es hoy un símbolo de valentía y resistencia en la historia militar de España. Sus restos descansan en Cartagena de Indias.
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