History of Spain
Las abejas: Apicultura y polinización
¡UPS! Para ver vídeos en la web debes estar registrado, es totalmente gratuito.
1.614 visualizaciones
La Real Sociedad de Geografía de Londres y el Earthwatch Institute nombraron recientemente a las abejas como el animal más importante del mundo. Sin dudarlo. El más importante.
Eso por no decir que como matemáticas, físicas, ingenieras o químicas son incomparables.
Imprescindibles
Más del 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización. Los polinizadores, como las abejas, mariposas, pájaros, polillas, escarabajos e incluso los murciélagos, ayudan a que las plantas se reproduzcan. Son indispensables para conservar la biodiversidad. Asimismo, sirven para alertarnos sobre los nuevos riesgos ambientales, indicando la salud de los ecosistemas locales. Y entre todos esos polinizadores, yo estoy enamorado de las abejas… Todas las plantas que tienen flor necesitan ser polinizadas para producir semillas y sobrevivir.
La Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) dice que hay 100 especies de cultivos que proporcionan el 90% de los alimentos en todo el mundo. Las abejas polinizan 71 de ellos.
Se estima que cerca de las DOS TERCERAS PARTES de la dieta de los seres humanos provienen de plantas polinizadas, el 70% de la agricultura mundial depende de ellas. Y no solo por esto son vitales, también para la reproducción de plantas utilizadas para alimentar al ganado, las plantas que se utilizan como biocombustibles (canola y aceite de palma), fibras como el algodón, plantas de usos medicinales y ecosistemas como los bosques, fundamentales para preservar los recursos hídricos. ¿Es o no es para quererlas?
Y no hablamos solo de las abejas melíferas, las que producen miel. Solamente siete, de las más de 20,000 especies de abejas, son melíferas. El resto son silvestres, su labor es más importante aún en países menos desarrollados donde la apicultura todavía no está extendida o es viable.
Mapa de distribución de abejas en el mundo realizado por el doctor John Ascher, de la Universidad Nacional de Singapur
https://www.bbc.com/mundo/noticias-55011675
Apicultura
¿Apicultura, que es eso? A ver. Básicamente es una tradición milenaria que consiste en cuidar colmenas, obteniendo de ellas un excedente, la miel y otros productos como propóleos, polen o jalea real.
Si la abeja reina muere, las obreras crearán una nueva reina escogiendo una larva joven, de entre los recién nacidos, y la alimentarán con un alimento especial llamado “jalea real”.
En las civilizaciones mediterráneas se fue gestando durante el periodo comprendido entre los años 8000 y 4000 años antes de Cristo. El hombre pasó de ejercer una actividad recolectora a proporcionar a las abejas un habitáculo, fabricado por él con diversos materiales, para que pudieran anidar y construir los panales en su interior. En el antiguo Egipto se creía que cuando Ra, el dios del Sol lloraba, sus lágrimas se transformaban en abejas al tocar el suelo. Desde entonces la apicultura no ha parado de evolucionar, siempre, eso sí, respetuosa con el medio ambiente. Al fin y al cabo, más allá de proporcionarnos miel (se producen 1.6 millones de toneladas de miel cada año con China, Turquía y Canada a la cabeza), son también los que más ayudan a la protección de la abeja como especie y por tanto a la polinización de todo su entorno, otros cultivos... Porque vais a flipar, no os podéis hacer una idea de lo que pueden llegar a trabajar estos bichitos…
Cada laboriosa abejita visita 7000 flores al día y se necesita que haga cuatro millones de visitas para producir un kilo de miel. Cuando vuelvas a escuchar la expresión, “tan laborioso como una abeja”, ya sabes de donde viene…
Matemáticas
Empecemos por las matemáticas, no es casual que las celdas de todas las colmenas donde almacenan y producen miel las abejas melíferas sean hexagonales. La naturaleza siempre se rige por la ley del mínimo esfuerzo, todos los seres vivos, menos nosotros (excluyendo a Hommer Simpson), intentan siempre hacer lo más posible consumiendo la menor cantidad de energía y recursos posible. Menos nosotros, ¡cuanto nos queda por aprender!.
¿Por qué entonces son hexagonales? Porque se trata de consumir la menor cantidad de cera posible pero maximizar la superficie donde poder almacenar la miel. ¿Y cual es la figura geométrica que con el mismo perímetro que cualquier otra, maximiza su superficie? ¿Qué con la misma cantidad de cera consiga que quepa más miel en su interior?, sin dejar huecos entre las celdas, claro. La respuesta es, las abejas lo saben desde hace millones de años: los HEXAGONOS.
(El hexágono es la figura geométrica capaz de teselar o cubrir un plano dado empleando un menor perímetro)
Eso por no decir que como matemáticas, físicas, ingenieras o químicas son incomparables.
Imprescindibles
Más del 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización. Los polinizadores, como las abejas, mariposas, pájaros, polillas, escarabajos e incluso los murciélagos, ayudan a que las plantas se reproduzcan. Son indispensables para conservar la biodiversidad. Asimismo, sirven para alertarnos sobre los nuevos riesgos ambientales, indicando la salud de los ecosistemas locales. Y entre todos esos polinizadores, yo estoy enamorado de las abejas… Todas las plantas que tienen flor necesitan ser polinizadas para producir semillas y sobrevivir.
La Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) dice que hay 100 especies de cultivos que proporcionan el 90% de los alimentos en todo el mundo. Las abejas polinizan 71 de ellos.
Se estima que cerca de las DOS TERCERAS PARTES de la dieta de los seres humanos provienen de plantas polinizadas, el 70% de la agricultura mundial depende de ellas. Y no solo por esto son vitales, también para la reproducción de plantas utilizadas para alimentar al ganado, las plantas que se utilizan como biocombustibles (canola y aceite de palma), fibras como el algodón, plantas de usos medicinales y ecosistemas como los bosques, fundamentales para preservar los recursos hídricos. ¿Es o no es para quererlas?
Y no hablamos solo de las abejas melíferas, las que producen miel. Solamente siete, de las más de 20,000 especies de abejas, son melíferas. El resto son silvestres, su labor es más importante aún en países menos desarrollados donde la apicultura todavía no está extendida o es viable.
Mapa de distribución de abejas en el mundo realizado por el doctor John Ascher, de la Universidad Nacional de Singapur
https://www.bbc.com/mundo/noticias-55011675
Apicultura
¿Apicultura, que es eso? A ver. Básicamente es una tradición milenaria que consiste en cuidar colmenas, obteniendo de ellas un excedente, la miel y otros productos como propóleos, polen o jalea real.
Si la abeja reina muere, las obreras crearán una nueva reina escogiendo una larva joven, de entre los recién nacidos, y la alimentarán con un alimento especial llamado “jalea real”.
En las civilizaciones mediterráneas se fue gestando durante el periodo comprendido entre los años 8000 y 4000 años antes de Cristo. El hombre pasó de ejercer una actividad recolectora a proporcionar a las abejas un habitáculo, fabricado por él con diversos materiales, para que pudieran anidar y construir los panales en su interior. En el antiguo Egipto se creía que cuando Ra, el dios del Sol lloraba, sus lágrimas se transformaban en abejas al tocar el suelo. Desde entonces la apicultura no ha parado de evolucionar, siempre, eso sí, respetuosa con el medio ambiente. Al fin y al cabo, más allá de proporcionarnos miel (se producen 1.6 millones de toneladas de miel cada año con China, Turquía y Canada a la cabeza), son también los que más ayudan a la protección de la abeja como especie y por tanto a la polinización de todo su entorno, otros cultivos... Porque vais a flipar, no os podéis hacer una idea de lo que pueden llegar a trabajar estos bichitos…
Cada laboriosa abejita visita 7000 flores al día y se necesita que haga cuatro millones de visitas para producir un kilo de miel. Cuando vuelvas a escuchar la expresión, “tan laborioso como una abeja”, ya sabes de donde viene…
Matemáticas
Empecemos por las matemáticas, no es casual que las celdas de todas las colmenas donde almacenan y producen miel las abejas melíferas sean hexagonales. La naturaleza siempre se rige por la ley del mínimo esfuerzo, todos los seres vivos, menos nosotros (excluyendo a Hommer Simpson), intentan siempre hacer lo más posible consumiendo la menor cantidad de energía y recursos posible. Menos nosotros, ¡cuanto nos queda por aprender!.
¿Por qué entonces son hexagonales? Porque se trata de consumir la menor cantidad de cera posible pero maximizar la superficie donde poder almacenar la miel. ¿Y cual es la figura geométrica que con el mismo perímetro que cualquier otra, maximiza su superficie? ¿Qué con la misma cantidad de cera consiga que quepa más miel en su interior?, sin dejar huecos entre las celdas, claro. La respuesta es, las abejas lo saben desde hace millones de años: los HEXAGONOS.
(El hexágono es la figura geométrica capaz de teselar o cubrir un plano dado empleando un menor perímetro)