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Envejecimiento saludable: 3 hábitos imprescindibles
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Envejecer es inevitable, pero hacerlo de una manera saludable está en nuestra mano.
Si queremos mantener nuestra salud hay tres pautas que debemos tener en cuenta.
La primera de ellas es realizar ejercicio físico moderado.
Se recomienda que los adultos realicen al menos una hora y media al día de actividad física aeróbica de intensidad moderada como caminar a buen paso.
De esta manera disminuiremos el riesgo de ataques cardiacos, accidentes cerebrovasculares y muerte, pero también mejoraremos la presión arterial, el colesterol, la glucosa en sangre y el peso.
En segundo lugar, debemos procurar movernos en un entorno de relación que genere ilusión y motivos por los que vivir.
Disfrutar de actividades como: las relaciones sociales, nuestras aficiones, la cultura, el ocio y la actitud de servicio a los demás.
Y por último, seguir un patrón dietético saludable.
Una dieta basada en alimentos como verduras, frutas, legumbres, frutos secos, lácteos bajos en grasas, huevos, pescados, proteínas magras, cereales enteros y grasas saludables como el aceite de oliva virgen y limitar el consumo de alimentos con alto contenido de sal, grasas saturadas, grasas trans o azúcares añadidos.
Seguir una dieta saludable nos ayudará a lograr y mantener un peso saludable, mejorará nuestra salud y nos ayudará a prevenir enfermedades metabólicas como la Diabetes tipo 2, cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares o disminución del riesgo de fragilidad.
El aceite de oliva es un ejemplo que nos demuestra los beneficios de los patrones dietéticos enriquecidos con alimentos vegetales.
Consumir alimentos saludables con propiedades antiinflamatorias, entre otras, nos proporcionan la base para mejorar sus efectos protectores contra la enfermedad cardiovascular.
Estos alimentos también son beneficiosos para otras enfermedades crónicas en las que la inflamación juega un papel relevante, como la diabetes, el cáncer, la depresión, el deterioro cognitivo, la enfermedad de Alzheimer o la hipercolesterolemia familiar.
Por tanto, un patrón dietético basado en una dieta saludable como la dieta mediterránea junto con actividad física moderada y unas relaciones sociales positivas nos ayudarán a mantener una buena salud y tener un envejecimiento más saludable.
Si queremos mantener nuestra salud hay tres pautas que debemos tener en cuenta.
La primera de ellas es realizar ejercicio físico moderado.
Se recomienda que los adultos realicen al menos una hora y media al día de actividad física aeróbica de intensidad moderada como caminar a buen paso.
De esta manera disminuiremos el riesgo de ataques cardiacos, accidentes cerebrovasculares y muerte, pero también mejoraremos la presión arterial, el colesterol, la glucosa en sangre y el peso.
En segundo lugar, debemos procurar movernos en un entorno de relación que genere ilusión y motivos por los que vivir.
Disfrutar de actividades como: las relaciones sociales, nuestras aficiones, la cultura, el ocio y la actitud de servicio a los demás.
Y por último, seguir un patrón dietético saludable.
Una dieta basada en alimentos como verduras, frutas, legumbres, frutos secos, lácteos bajos en grasas, huevos, pescados, proteínas magras, cereales enteros y grasas saludables como el aceite de oliva virgen y limitar el consumo de alimentos con alto contenido de sal, grasas saturadas, grasas trans o azúcares añadidos.
Seguir una dieta saludable nos ayudará a lograr y mantener un peso saludable, mejorará nuestra salud y nos ayudará a prevenir enfermedades metabólicas como la Diabetes tipo 2, cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares o disminución del riesgo de fragilidad.
El aceite de oliva es un ejemplo que nos demuestra los beneficios de los patrones dietéticos enriquecidos con alimentos vegetales.
Consumir alimentos saludables con propiedades antiinflamatorias, entre otras, nos proporcionan la base para mejorar sus efectos protectores contra la enfermedad cardiovascular.
Estos alimentos también son beneficiosos para otras enfermedades crónicas en las que la inflamación juega un papel relevante, como la diabetes, el cáncer, la depresión, el deterioro cognitivo, la enfermedad de Alzheimer o la hipercolesterolemia familiar.
Por tanto, un patrón dietético basado en una dieta saludable como la dieta mediterránea junto con actividad física moderada y unas relaciones sociales positivas nos ayudarán a mantener una buena salud y tener un envejecimiento más saludable.