History of Spain
Isaac Albéniz y la Suite Iberia
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Isaac Albéniz nació en Camprodón (Gerona) en 1860, de padre vasco y madre catalana, aunque poco después de su nacimiento su familia se trasladó a Barcelona. El trabajo de su padre y diversos problemas derivados de su pertenencia a la masonería, obligaron a la familia a vivir en diversos lugares. Su primera profesora de piano fue una de sus tres hermanas, Clementina, quien descubrió muy pronto las extraordinarias cualidades que tenía su hermano pequeño. A los 4 años da su primer concierto en el Teatro Romea de Barcelona. El público sospechaba estar siendo víctima de un engaño. No podían dar crédito a que un niño tan pequeño pudiera realizar semejante interpretación.
Su padre le obligaba a estudiar largas horas, y era tal su precocidad musical que se dice que aprendió a leer música antes que texto escrito, y que descubrió cómo se escribía su nombre en los carteles de sus actuaciones. Era apodado el nuevo Mozart.
En 1868 la familia se traslada a Madrid, donde Albéniz estudia piano y solfeo en el Real Conservatorio. Con tan solo 8 años, realiza giras por toda España, por Puerto Rico y por Cuba. En 1876, gracias a una beca de Alfonso XII, se matricula en el Conservatoire Royal de Bruselas, donde estudió piano con Louis Brassin. Tres años más tarde termina sus estudios obteniendo el primer premio cum laude.
En 1883 Albéniz se instaló en Barcelona e hizo estudios de composición con Felipe Pedrell, que lo animó a usar la música popular española como inspiración para sus composiciones. El mismo año contrajo matrimonio con Rosina Jordana, una de sus alumnas de piano, con la que tuvo tres hijos. Desde 1886 hasta 1889 vivió en Madrid, y continuó enseñando, dando conciertos y componiendo. Durante este periodo compone la primera Suite española y Recuerdos de viaje, cuyos números son evocaciones musicales de diversas ciudades y regiones españolas.
En Londres conoce a Money-Coutts, quien se convierte en su mecenas a cambio de colaborar artisticamente con Albeniz
A partir de 1894, como la mayoria de los artistas españoles de la epoca, Albeniz se traslada a Paris.
Albéniz era una persona de carácter abierto, y liberal en cuanto a lo religioso. Y una persona cálida, encantadora y generosa, con un agudo sentido del humor, lo que le permitió establecer muchas amistades y contactos útiles. Era muy generoso con sus compañeros compositores, llegando a dejar dinero a Chausson y a Turina para que pudiesen publicar su propia obra.
"Hay que hacer música española con acento universal para que pueda ser entendida por todo el mundo". Esta cita atribuida a Albéniz resume la naturaleza de su obra. La obra de Albéniz encierra algo más genuino y más complejo de lo que popularmente se conoce como nacionalismo musical. Albéniz prácticamente definió el romanticismo español en materia musical y ejerció además una notable influencia en otros compositores españoles posteriores como Turina o Falla.
Tras la composición de numerosas obras dedicadas a españa, muestra una elevada sofisticación con su obra más impresionante, la suite Iberia.
La suite para piano Iberia fue compuesta en los ultimos 4 años de su vida y es quizás la más importante obra de la literatura pianística española. De ella dijo Olivier Messiaen: “es la maravilla del piano, ocupa quizá el más alto puesto entre las más brillantes muestras del instrumento rey por excelencia”.
Iberia consta de cuatro cuadernos con tres piezas cada uno de ellos
La pieza llamada Triana del cuaderno 2 es una de las piezas de albeniz mas divulgadas. Evoca el barrio sevillano a través de una seguiriya bulliciosa y colorista, dentro de una estilización poética que no cae en el folclore tópico.
Albéniz también continuó componiendo canciones, y en estos años destacan dos colecciones, To Nellie: six songs y Quatre Mélodies, ambas con letra de Money-Coutts.
En 1898 le diagnostican una enfermedad renal en Londres. En 1906 la enfermedad empieza a hacerse severa y decide marchar a Niza con 46 años. Precisamente aquí culmina la obra de su vida, la suite Iberia. Nota una ligera mejoría y los médicos le recomiendan mudarse a los Pirineos Franceses. Alquilan un chalet en Cambó-les-bains, donde irán a visitarlo Granados y Pau Casals, que fueron a entregarle la medalla de la legión de honor que le concedía el gobierno francés a propuesta de, entre otros, por Debussy, que era un gran admirador suyo. Estando en su lecho de muerte, Isaac le dijo a su amigo Malats: dame noticias de mi morena ingrata, pues nunca recibió ninguna condecoración de su patria en vida. Fallece de una nefritis once días antes de cumplir 49 años. Su última palabra fue Rosina, su amada esposa.
Su padre le obligaba a estudiar largas horas, y era tal su precocidad musical que se dice que aprendió a leer música antes que texto escrito, y que descubrió cómo se escribía su nombre en los carteles de sus actuaciones. Era apodado el nuevo Mozart.
En 1868 la familia se traslada a Madrid, donde Albéniz estudia piano y solfeo en el Real Conservatorio. Con tan solo 8 años, realiza giras por toda España, por Puerto Rico y por Cuba. En 1876, gracias a una beca de Alfonso XII, se matricula en el Conservatoire Royal de Bruselas, donde estudió piano con Louis Brassin. Tres años más tarde termina sus estudios obteniendo el primer premio cum laude.
En 1883 Albéniz se instaló en Barcelona e hizo estudios de composición con Felipe Pedrell, que lo animó a usar la música popular española como inspiración para sus composiciones. El mismo año contrajo matrimonio con Rosina Jordana, una de sus alumnas de piano, con la que tuvo tres hijos. Desde 1886 hasta 1889 vivió en Madrid, y continuó enseñando, dando conciertos y componiendo. Durante este periodo compone la primera Suite española y Recuerdos de viaje, cuyos números son evocaciones musicales de diversas ciudades y regiones españolas.
En Londres conoce a Money-Coutts, quien se convierte en su mecenas a cambio de colaborar artisticamente con Albeniz
A partir de 1894, como la mayoria de los artistas españoles de la epoca, Albeniz se traslada a Paris.
Albéniz era una persona de carácter abierto, y liberal en cuanto a lo religioso. Y una persona cálida, encantadora y generosa, con un agudo sentido del humor, lo que le permitió establecer muchas amistades y contactos útiles. Era muy generoso con sus compañeros compositores, llegando a dejar dinero a Chausson y a Turina para que pudiesen publicar su propia obra.
"Hay que hacer música española con acento universal para que pueda ser entendida por todo el mundo". Esta cita atribuida a Albéniz resume la naturaleza de su obra. La obra de Albéniz encierra algo más genuino y más complejo de lo que popularmente se conoce como nacionalismo musical. Albéniz prácticamente definió el romanticismo español en materia musical y ejerció además una notable influencia en otros compositores españoles posteriores como Turina o Falla.
Tras la composición de numerosas obras dedicadas a españa, muestra una elevada sofisticación con su obra más impresionante, la suite Iberia.
La suite para piano Iberia fue compuesta en los ultimos 4 años de su vida y es quizás la más importante obra de la literatura pianística española. De ella dijo Olivier Messiaen: “es la maravilla del piano, ocupa quizá el más alto puesto entre las más brillantes muestras del instrumento rey por excelencia”.
Iberia consta de cuatro cuadernos con tres piezas cada uno de ellos
La pieza llamada Triana del cuaderno 2 es una de las piezas de albeniz mas divulgadas. Evoca el barrio sevillano a través de una seguiriya bulliciosa y colorista, dentro de una estilización poética que no cae en el folclore tópico.
Albéniz también continuó componiendo canciones, y en estos años destacan dos colecciones, To Nellie: six songs y Quatre Mélodies, ambas con letra de Money-Coutts.
En 1898 le diagnostican una enfermedad renal en Londres. En 1906 la enfermedad empieza a hacerse severa y decide marchar a Niza con 46 años. Precisamente aquí culmina la obra de su vida, la suite Iberia. Nota una ligera mejoría y los médicos le recomiendan mudarse a los Pirineos Franceses. Alquilan un chalet en Cambó-les-bains, donde irán a visitarlo Granados y Pau Casals, que fueron a entregarle la medalla de la legión de honor que le concedía el gobierno francés a propuesta de, entre otros, por Debussy, que era un gran admirador suyo. Estando en su lecho de muerte, Isaac le dijo a su amigo Malats: dame noticias de mi morena ingrata, pues nunca recibió ninguna condecoración de su patria en vida. Fallece de una nefritis once días antes de cumplir 49 años. Su última palabra fue Rosina, su amada esposa.