History of Spain
La dictadura franquista: El franquismo
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En el año 1939, una vez finalizada la Guerra Civil se establece en España una dictadura militar en la que el general Franco ostentaba todo el poder: era el Jefe del Estado y del Gobierno, Jefe del Ejército, y Jefe del partido único, la Falange. La dictadura franquista duró 36 años, hasta la muerte de Franco en el año 1975.
El Franquismo, nombre que se le ha dado a la dictadura del general Franco, se sustentó sobre tres pilares ideológicos:
El Tradicionalismo: una ideología de carácter conservador, caracterizada por la defensa de instituciones como la Iglesia, la familia, el orden y la propiedad.
El Anticomunismo: rechazo del parlamentarismo y de los partidos políticos, especialmente, aquellos de ideología marxista.
El Nacional-catolicismo: el régimen franquista consideró esenciales, la religión católica, como raíz de la nación española, y el centralismo, como estructura operativa del Estado.
En los primeros años del Franquismo todos estos valores ideológicos fueron impuestos por la Falange Española, también denominado “Movimiento Nacional” que era el partido político único y oficial. La Falange fué fundado por Jose Antonio Primo de Rivera en el año 1933. En 1939, una vez finalizada la Guerra Civil, se constituyó en el brazo político del régimen franquista. No obstante, a partir de 1945, fue perdiendo influencia política, frente a otros grupos de poder como los militares, los tradicionalistas o los tecnócratas.
Por lo que se refiere a las relaciones exteriores, la dictadura franquista fue adaptándose a la evolución de la situación internacional. Asi:
Durante la Segunda Guerra Mundial, si bien España se declaró neutral, se alineó con las potencias del Eje, Alemania e Italia, que habían ayudado de forma significativo al triunfo del bando nacional en la Guerra Civil. El régimen franquista envió al frente ruso a la División Azul, compuesta por cerca de 50.000 soldados que apoyaron al ejército alemán.
Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, la dictadura franquista fue sometida a un duro aislamiento internacional por parte de los países vencedores. España no se benefició del Plan Marshall promovido por Estados Unidos para financiar la reconstrucción de Europa. Tampoco fue admitida en la ONU, creada en 1945.
A partir de 1950, el régimen franquista empieza a ser reconocido en el exterior. Se firmó el Pacto Militar con Estados Unidos (por el que se establecen 4 bases militares en España), asi como el Concordato con el Vaticano que supuso el reconocimiento de la Iglesia Católica en España y la concesión de distintos privilegios.
En 1955, con el ingreso de España en la ONU y la visita a España del general Eisenhower, presidente de Estados Unidos, finaliza el aislamiento internacional de la dictadura franquista.
Los 35 años de dictadura franquista pueden dividirse en 3 etapas: La postguerra, el desarrollismo y la crisis del franquismo.
Los primeros años de la postguerra se caracterizaron por una fuerte represión de los opositores al régimen con fusilamientos y campos de concentración. La resistencia al régimen provenía de un movimiento guerrillero, el maquis, que desde las montañas combatía al ejército franquista y a la guardia civil. Este movimiento se vio reforzado con algunos soldados republicanos que había luchado en la Segunda Guerra Mundial. Políticamente, España estaba controlada por el partido único, la Falange, y el ejército; incluso algunos cargos clave del Gobierno, estaban ocupados por generales. Durante los años 40 y 50 hubo una gran crisis económica cuya máxima expresión fueron las cartillas de racionamiento.
En la década de los 60 la dictadura franquista entró en una fase de consolidación y desarrollo económico. Con el Plan de Estabilización de 1959, la economía española se abrió al exterior: se establece la convertibilidad de la moneda española con el dólar y se autorizan las importaciones. El PIB de España crece a tasas superiores al 10% anual. El control del Gobierno pasa a ejercerse por los llamados “tecnócratas”, miembros del Opus Dei, una organización religiosa, firme defensora de los valores católicos. La oposición al régimen franquista la ejercía, fundamentalmente, el Partido Comunista que concentra sus esfuerzos en al ámbito universitario y, sobre todo, en el sindical con la creación en 1960 del Sindicato Comisiones Obreras y la huelga de mineros de Asturias en 1962. Al final de la década de los 60 aparece la organización independentista vasca ETA que pronto se convertiría en un grupo terrorista, de terribles consecuencias en el los años siguientes.
El Franquismo, nombre que se le ha dado a la dictadura del general Franco, se sustentó sobre tres pilares ideológicos:
El Tradicionalismo: una ideología de carácter conservador, caracterizada por la defensa de instituciones como la Iglesia, la familia, el orden y la propiedad.
El Anticomunismo: rechazo del parlamentarismo y de los partidos políticos, especialmente, aquellos de ideología marxista.
El Nacional-catolicismo: el régimen franquista consideró esenciales, la religión católica, como raíz de la nación española, y el centralismo, como estructura operativa del Estado.
En los primeros años del Franquismo todos estos valores ideológicos fueron impuestos por la Falange Española, también denominado “Movimiento Nacional” que era el partido político único y oficial. La Falange fué fundado por Jose Antonio Primo de Rivera en el año 1933. En 1939, una vez finalizada la Guerra Civil, se constituyó en el brazo político del régimen franquista. No obstante, a partir de 1945, fue perdiendo influencia política, frente a otros grupos de poder como los militares, los tradicionalistas o los tecnócratas.
Por lo que se refiere a las relaciones exteriores, la dictadura franquista fue adaptándose a la evolución de la situación internacional. Asi:
Durante la Segunda Guerra Mundial, si bien España se declaró neutral, se alineó con las potencias del Eje, Alemania e Italia, que habían ayudado de forma significativo al triunfo del bando nacional en la Guerra Civil. El régimen franquista envió al frente ruso a la División Azul, compuesta por cerca de 50.000 soldados que apoyaron al ejército alemán.
Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, la dictadura franquista fue sometida a un duro aislamiento internacional por parte de los países vencedores. España no se benefició del Plan Marshall promovido por Estados Unidos para financiar la reconstrucción de Europa. Tampoco fue admitida en la ONU, creada en 1945.
A partir de 1950, el régimen franquista empieza a ser reconocido en el exterior. Se firmó el Pacto Militar con Estados Unidos (por el que se establecen 4 bases militares en España), asi como el Concordato con el Vaticano que supuso el reconocimiento de la Iglesia Católica en España y la concesión de distintos privilegios.
En 1955, con el ingreso de España en la ONU y la visita a España del general Eisenhower, presidente de Estados Unidos, finaliza el aislamiento internacional de la dictadura franquista.
Los 35 años de dictadura franquista pueden dividirse en 3 etapas: La postguerra, el desarrollismo y la crisis del franquismo.
Los primeros años de la postguerra se caracterizaron por una fuerte represión de los opositores al régimen con fusilamientos y campos de concentración. La resistencia al régimen provenía de un movimiento guerrillero, el maquis, que desde las montañas combatía al ejército franquista y a la guardia civil. Este movimiento se vio reforzado con algunos soldados republicanos que había luchado en la Segunda Guerra Mundial. Políticamente, España estaba controlada por el partido único, la Falange, y el ejército; incluso algunos cargos clave del Gobierno, estaban ocupados por generales. Durante los años 40 y 50 hubo una gran crisis económica cuya máxima expresión fueron las cartillas de racionamiento.
En la década de los 60 la dictadura franquista entró en una fase de consolidación y desarrollo económico. Con el Plan de Estabilización de 1959, la economía española se abrió al exterior: se establece la convertibilidad de la moneda española con el dólar y se autorizan las importaciones. El PIB de España crece a tasas superiores al 10% anual. El control del Gobierno pasa a ejercerse por los llamados “tecnócratas”, miembros del Opus Dei, una organización religiosa, firme defensora de los valores católicos. La oposición al régimen franquista la ejercía, fundamentalmente, el Partido Comunista que concentra sus esfuerzos en al ámbito universitario y, sobre todo, en el sindical con la creación en 1960 del Sindicato Comisiones Obreras y la huelga de mineros de Asturias en 1962. Al final de la década de los 60 aparece la organización independentista vasca ETA que pronto se convertiría en un grupo terrorista, de terribles consecuencias en el los años siguientes.