History of Spain
Baruch Spinoza: Filósofo y pensador sefardí
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¿Porque Albert Einstein decía que creía en el Dios de Spinoza?
Baruch Espinosa nació en 1632 en Ámsterdam, en una familia de origen sefardí. A pesar de su formación religiosa judaica, su pensamiento se fue alejando progresivamente de la enseñanza rabínica.
A través de su estudio de la filosofía medieval y de autores como Descartes, Espinosa comenzó a desarrollar su propio sistema filosófico basado en la razón y la lógica.
A través de su obra magna, Ética demostrada según el orden geométrico, Espinosa propone una filosofía racionalista basada en una visión del mundo según la cual Dios y la naturaleza son una única entidad, todo sucede según las leyes de la naturaleza que son expresión de la esencia de Dios.
Por ello todo lo que existe es parte de una sustancia infinita, que es Dios. Los seres son modos finitos de Dios. Esto representa una ruptura radical con la teología tradicional que sostiene la idea de un Dios personal y antropomórfico, pues Espinosa no entiende un Dios como una entidad separada de la naturaleza.
Su filosofía tiene un enfoque determinista, según el cual, todo lo que sucede en el universo está determinado por leyes naturales.
Según Espinosa, el objetivo supremo de la vida humana es alcanzar la felicidad y la libertad verdaderas, que se encuentran en la comprensión y aceptación de la realidad tal como es. Esta aceptación implica a través del entendimiento liberarse de las pasiones y los deseos que nos esclavizan. Así, para Espinosa, la virtud no consiste en reprimir los impulsos naturales, sino en comprender y canalizar adecuadamente nuestras emociones y deseos hacia el bien común.
El conocimiento de la naturaleza y su determinismo es el fundamento de la sabiduría y la libertad. Para Espinosa, la libertad no reside en la capacidad de seguir nuestros caprichos momentáneos, sino en actuar en armonía y de acuerdo con la razón, esto es lo que nos permitirá alcanzar la felicidad.
Espinosa establece tres formas de conocimiento, la imaginación, la razón y el conocimiento intuitivo, siendo este último el considerado de más valor para el entendimiento de Dios o de la naturaleza en su totalidad.
Realizado por Sofia Crespi de Valldaura
Documentado con la colaboración de María Mencos Rovira.
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Baruch Espinosa nació en 1632 en Ámsterdam, en una familia de origen sefardí. A pesar de su formación religiosa judaica, su pensamiento se fue alejando progresivamente de la enseñanza rabínica.
A través de su estudio de la filosofía medieval y de autores como Descartes, Espinosa comenzó a desarrollar su propio sistema filosófico basado en la razón y la lógica.
A través de su obra magna, Ética demostrada según el orden geométrico, Espinosa propone una filosofía racionalista basada en una visión del mundo según la cual Dios y la naturaleza son una única entidad, todo sucede según las leyes de la naturaleza que son expresión de la esencia de Dios.
Por ello todo lo que existe es parte de una sustancia infinita, que es Dios. Los seres son modos finitos de Dios. Esto representa una ruptura radical con la teología tradicional que sostiene la idea de un Dios personal y antropomórfico, pues Espinosa no entiende un Dios como una entidad separada de la naturaleza.
Su filosofía tiene un enfoque determinista, según el cual, todo lo que sucede en el universo está determinado por leyes naturales.
Según Espinosa, el objetivo supremo de la vida humana es alcanzar la felicidad y la libertad verdaderas, que se encuentran en la comprensión y aceptación de la realidad tal como es. Esta aceptación implica a través del entendimiento liberarse de las pasiones y los deseos que nos esclavizan. Así, para Espinosa, la virtud no consiste en reprimir los impulsos naturales, sino en comprender y canalizar adecuadamente nuestras emociones y deseos hacia el bien común.
El conocimiento de la naturaleza y su determinismo es el fundamento de la sabiduría y la libertad. Para Espinosa, la libertad no reside en la capacidad de seguir nuestros caprichos momentáneos, sino en actuar en armonía y de acuerdo con la razón, esto es lo que nos permitirá alcanzar la felicidad.
Espinosa establece tres formas de conocimiento, la imaginación, la razón y el conocimiento intuitivo, siendo este último el considerado de más valor para el entendimiento de Dios o de la naturaleza en su totalidad.
Realizado por Sofia Crespi de Valldaura
Documentado con la colaboración de María Mencos Rovira.
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