History of Spain
Manuel de Falla y el Amor Brujo
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En la vida del músico y compositor español Manuel de Falla, hubo tres mujeres fundamentales: su madre, que fue su primera profesora de piano, su posterior profesora Eloísa Galluzzo y su nodriza Ana, "la Morilla". De esta última Falla llegó a decir "en mi primerísima infancia, con tan solo dos o tres años, los cantos, danzas e historias de la Morilla me abrieron las puertas de un mundo maravilloso". Ella fue, sin duda, la que introdujo en su vida los cantes y bailes andaluces que luego el compositor transformó en la más refinada música española.
Manuel de Falla nació en Cádiz en 1876. Aquí pasa los primeros veinte años de su vida, cuando descubre su vocación por la música. Ya en Madrid, prosigue sus estudios en el Real Conservatorio de Música, obteniendo al acabarlos el primer premio de piano. Estrena sus primeras obras: composiciones para piano, dúos para violín o violonchelo con piano, cuartetos, y alguna zarzuela.
En 1902 conoce al musicólogo Felipe Pedrell, que le hará valorar musicalmente el flamenco y especialmente el cante jondo. Este mismo año estrena su zarzuela más conocida: ‘Los amores de la Inés’.
En 1907, tras algún éxito esporádico en Madrid, se afinca en París por consejo de su amigo Joaquín Turina, y traba relación con Claude Debussy, Maurice Ravel, Paul Dukas, Isaac Albéniz, Ricardo Viñes y Pablo Picasso. Todos ellos dejarán una honda huella en su desarrollo artístico posterior. Por ejemplo, Debussy, figura clave en el impresionismo musical francés, le animará a que se inspire en el arte flamenco en sucesivas composiciones.
Más tarde Falla escribirá a su amigo: “para cuanto se refiere a mi oficio, mi patria es París. De no ser por París yo hubiera tenido que abandonar la composición y dedicarme a dar lecciones para poder vivir.”
Desde entonces comienza una serie de viajes presentando su obra en varias ciudades Europeas.
Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, se ve obligado a volver a Madrid.
Al año siguiente tuvo lugar el estreno de El amor brujo en el Teatro Lara.
La idea se gestó con una proposición a Falla para que compusiera algo para Pastora Imperio, bailaora gitana y una de las figuras más representativas del folclore flamenco de todos los tiempos. Ella impulsó la idea inicial de la obra y se encargó de su estreno.
Justo antes de el estreno Manuel de falla fue entrevistado, y dijo:
“Hemos hecho una obra rara, nueva, que desconocemos el efecto que pueda producir en el público, pero que hemos sentido.”
Esta primera versión fue bastante criticada, por lo que realiza múltiples versiones, estrenando la obra dos veces más en los siguientes años, cada vez con más éxito.
Finalmente, el 22 de mayo de 1925, diez años después del estreno de la primera versión, Falla presentó en el Trianon-Lyrique de París la versión Ballet. El triunfo fue rotundo.
La obra es de carácter marcadamente andaluz, tanto en lo musical como en lo literario.
Aunque durante mucho tiempo se pensó que el autor del libreto fue Gregorio Martínez Sierra, resultó ser su esposa Maria de la O Lejárraga quien lo había escrito, al igual que la obra el sombrero de tres picos.
La música contiene momentos de gran belleza y originalidad, destacando: Danza ritual del fuego, la Canción del fuego fatuo y la Danza del terror.
El amor brujo trata de una joven gitana muy bella llamada Candelas. Está enamorada de un gitano celoso y lisonjero. Este gitano muere, pero no así la fascinación de Candelas por él. Hechizada, es víctima de los recuerdos del pasado como si estuviese bajo la influencia de un espectro.
Sin embargo Candelas es joven y fuerte. La primavera vuelve y con ella el amor en la figura de Carmelo, un gitano joven, apuesto y enamorado. Candelas responde al amor, pero cuando Carmelo se le acerca, el espectro vuelve, aterroriza a Carmelas y los amantes no pueden intercambiar el beso de amor perfecto.
Este hechizo malvado debe ser roto. Carmelo cree tener la solución: como el amante muerto era el típico galanteador infiel y celoso, y como parece conservar, después de muerto, su gusto por las mujeres bellas, debe ser sorprendido en su lado flaco.
Recurre así Carmelo a Lucía, una gitana muy joven y encantadoramente bella amiga de Candelas, para que simula aceptar los avances del espectro. Lucía, por cariño a Candelas y por curiosidad, acepta.
Cuando Carmelo se acerca a Candelas, el espectro aparece, pero se encuentra con la cara bonita de Lucía y no puede resistir intentar seducirla. La coqueta joven gitana lleva al Espectro a la desesperación y mientras tanto, Candelas y Carmelo intercambian el beso de amor verdadero, contra el que las fuerzas maléficas no pueden nada. La vida triunfa sobre la muerte y el pasado.
La obra ha sido coreografiada por muchos bailarines ilustres y también se ha pasado al cine.
Manuel de Falla nació en Cádiz en 1876. Aquí pasa los primeros veinte años de su vida, cuando descubre su vocación por la música. Ya en Madrid, prosigue sus estudios en el Real Conservatorio de Música, obteniendo al acabarlos el primer premio de piano. Estrena sus primeras obras: composiciones para piano, dúos para violín o violonchelo con piano, cuartetos, y alguna zarzuela.
En 1902 conoce al musicólogo Felipe Pedrell, que le hará valorar musicalmente el flamenco y especialmente el cante jondo. Este mismo año estrena su zarzuela más conocida: ‘Los amores de la Inés’.
En 1907, tras algún éxito esporádico en Madrid, se afinca en París por consejo de su amigo Joaquín Turina, y traba relación con Claude Debussy, Maurice Ravel, Paul Dukas, Isaac Albéniz, Ricardo Viñes y Pablo Picasso. Todos ellos dejarán una honda huella en su desarrollo artístico posterior. Por ejemplo, Debussy, figura clave en el impresionismo musical francés, le animará a que se inspire en el arte flamenco en sucesivas composiciones.
Más tarde Falla escribirá a su amigo: “para cuanto se refiere a mi oficio, mi patria es París. De no ser por París yo hubiera tenido que abandonar la composición y dedicarme a dar lecciones para poder vivir.”
Desde entonces comienza una serie de viajes presentando su obra en varias ciudades Europeas.
Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, se ve obligado a volver a Madrid.
Al año siguiente tuvo lugar el estreno de El amor brujo en el Teatro Lara.
La idea se gestó con una proposición a Falla para que compusiera algo para Pastora Imperio, bailaora gitana y una de las figuras más representativas del folclore flamenco de todos los tiempos. Ella impulsó la idea inicial de la obra y se encargó de su estreno.
Justo antes de el estreno Manuel de falla fue entrevistado, y dijo:
“Hemos hecho una obra rara, nueva, que desconocemos el efecto que pueda producir en el público, pero que hemos sentido.”
Esta primera versión fue bastante criticada, por lo que realiza múltiples versiones, estrenando la obra dos veces más en los siguientes años, cada vez con más éxito.
Finalmente, el 22 de mayo de 1925, diez años después del estreno de la primera versión, Falla presentó en el Trianon-Lyrique de París la versión Ballet. El triunfo fue rotundo.
La obra es de carácter marcadamente andaluz, tanto en lo musical como en lo literario.
Aunque durante mucho tiempo se pensó que el autor del libreto fue Gregorio Martínez Sierra, resultó ser su esposa Maria de la O Lejárraga quien lo había escrito, al igual que la obra el sombrero de tres picos.
La música contiene momentos de gran belleza y originalidad, destacando: Danza ritual del fuego, la Canción del fuego fatuo y la Danza del terror.
El amor brujo trata de una joven gitana muy bella llamada Candelas. Está enamorada de un gitano celoso y lisonjero. Este gitano muere, pero no así la fascinación de Candelas por él. Hechizada, es víctima de los recuerdos del pasado como si estuviese bajo la influencia de un espectro.
Sin embargo Candelas es joven y fuerte. La primavera vuelve y con ella el amor en la figura de Carmelo, un gitano joven, apuesto y enamorado. Candelas responde al amor, pero cuando Carmelo se le acerca, el espectro vuelve, aterroriza a Carmelas y los amantes no pueden intercambiar el beso de amor perfecto.
Este hechizo malvado debe ser roto. Carmelo cree tener la solución: como el amante muerto era el típico galanteador infiel y celoso, y como parece conservar, después de muerto, su gusto por las mujeres bellas, debe ser sorprendido en su lado flaco.
Recurre así Carmelo a Lucía, una gitana muy joven y encantadoramente bella amiga de Candelas, para que simula aceptar los avances del espectro. Lucía, por cariño a Candelas y por curiosidad, acepta.
Cuando Carmelo se acerca a Candelas, el espectro aparece, pero se encuentra con la cara bonita de Lucía y no puede resistir intentar seducirla. La coqueta joven gitana lleva al Espectro a la desesperación y mientras tanto, Candelas y Carmelo intercambian el beso de amor verdadero, contra el que las fuerzas maléficas no pueden nada. La vida triunfa sobre la muerte y el pasado.
La obra ha sido coreografiada por muchos bailarines ilustres y también se ha pasado al cine.